tengo un corazón vacío
y un alma llena,
llena de penas,
la luna se rie de mi,
es la luna hiena,
una condena,
una bola de fuego
en mi ego y lo quema.
me dabas la mejor yegua,
ahora metadona,
nah...
prefiero el mono,mona,
veo que sólo te asomas
a contemplar la miseria,
tú provocaste
"La Divina Tragedia"
yo tenía
una piscifactoría
pero acabé cayendo en la red
y me convertí en peón en tu ajedrez
y no acerté ni por tercera vez.
nunca acertaré,
lo sé yo y lo sabes tú,
ya perdí la fé,
la cabeza y la salud,
el camino es largo y sin luz,
y mi cruz es ver que quemé mi juventud.
compré un billete
en el tren de la vida
y el destino es la muerte:
macabra ironía,
voy en el vagón recordando melodías,
próxima parada:
el fin de mis días.
tratando de correr un estúpido velo,
de cazar a Cupido y ahorcarlo en tu pelo,
escribir en el suelo estos versos con tiza
y tirarle besos mientras agoniza.
tratando de terminar una mala jugada,
de olvidar una vida pasada,
de poder ver cómo todo acaba,
pero ahora intento acabar esta balada.
nada,
eso es lo queda,
sólo cenizas,
que no son fuego pero queman,
pura crueldad,
triste escena,
soledad y memoria
a la hora de la cena.
atadura eterna
a estas cadenas,
y siempre me rajo a rajarme las venas,
porque me acuerdo que dicen que la vida es bella,
y porque soy un cobarde,
"La Divina Tragedia"
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